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viernes, 27 de marzo de 2009

Para Equse

viernes, 20 de marzo de 2009

Insignificancias, lo magnánimo.

"Eres un hijo de la chingada"
Me dijo, es lo último que supe de ella; las últimas veces que la vi, supe que las cosas iban mal.
"Que te vienes rápido, no quiero estarte esperando en el restaurancito ese".
¿Adónde andas?, ya te extraño.
Nunca haces nada "por nuestra causa".
Te valgo madre, no tienes madre.
-Pero también según ella, soy un hijo de la chingada-
Finges, pero eres más sentimental de lo que crees.
Pero no, no creo tener nada que fingir, de hecho estos días he sido muy sincero con mis sentimientos, el lío acá es que también soy demasiado alemán.
La veía mientras me decía eso en el café del centro al que siempre voy con todo el mundo, ora para esto, ora pa´ lo otro, mientras el mesero; ese marica que siempre se ríe cuando llego (espero que, no sea-por-el-amor-de Dios- coqueteo) observaba la plática a lo lejos.
¿Cúantas de estas discusiones me ha soportado?
No sé, ni me importa, al final él trabaja ahí y supongo va con su empleo esa situación.
Y es que, desde que me ofreció "continuidad", "constancia" y "entrega", la soledad se ha visto apaleada por situaciones un tanto diferentes pero al clavo con la misma base:
Hastío.
Muchas veces en la vida uno hace elecciones equivocadas; quiero esta carrera que jamás utilizaré, me voy a casar aunque apenas la conozca, me haré el corte de pelo que vi en la revista, escribiré para el partido social-comunista, fingiré que no escuche que debo limpiar mi cuarto o me quedaré a entablar contacto con ella aunque me caiga mal pues está re buena.
En estos últimos veces quizá aprendí unas cuantas buenas cosas, por ejemplo, puedo decir que no tomas cariño necesariamente con las personas más dotadas fisicamente, existen algunas otras situaciones que te ayudan a tomar desiciones, acertadas-o-equivocadas, da igual, pero el resultado o conclusión es que al gusto uno no lo manda, pero si lo premedita.
También últimamente mi desayuno se limita a cuatro cafés, sin cigarrillos pues-maldita-sea no fumo. Un desayuno incompleto de mal viviente.
De pronto los amigos se hacen indeseables, los enemigos dulces objetos de venganzas adictivas, el trabajo necesario, el dinero una medida de capacidades, el futuro menos misterioso y las verdades un tanto mentirosas debido a que todo cambia.
Y es que, creo fielmente que el pasado duele solamente si el presente no existe como tal; la añoranza es entonces una cuestión demasiado vaga:
¿Qué caso tiene desear cosas que no son?
Porque lo que "es" es innegable, no del mismo modo que lo que "fue" porque sufrir por el pasado nunca jamás ha tenido sentido.
Todas las cosas sanan, y mientras lo que viene sea más claro uno pierde las nostalgias por el pasado y los líos de insignificancias tales como el destino.
Ella me dijo tocándome el pecho con la palma abierta y mirándome a los ojos:
"No tienes nada aquí"
Y miente, tengo un corazón, un alma y-una conciencia llena de sentimientos nada mal sanos para con ella.
Puesto que las cosas que se dicen no son maldades.
Decirle que no la quería y que, no podía estar con ella porque se iba a enamorar no fue un acto engreído, fue lo más considerado que he hecho en mucho tiempo; y como muchos saben el tiempo es mi peor enemigo pues, desde hace mucho corro una carrera contra reloj del mismo.
También recuerdo a Elisa, que en alguna época me dijo que yo me hacía muy poco dentro de mis círculos sociales cuando en realidad, esto no me interesan en lo más mínimo.
Ver a tantos y tantos y tantos rostros vanos, a "mecas" que critican a los "demás" o a "esos", mientras creen que te reirás de su espíritu despectivo, es muy entretenido, sobre todo si esos mecas son mujeres con vestidos entallados y escotes prende corazónes.
"Extrañar es con el tiempo, hacer extraños a los que algún día fueron cercanos"
Me dijo mi abuelo algún día que me encontraba nostálgico por mi madre, también lo usé varias veces en situaciones que entraban en el tema a la perfección cuando muchas de estas personas se quedaban calladas mirando al suelo.
"tienes razón".
El mundo se mueve veloz, todos los que no están ahí siguen en algún lado, y los que queremos que no vemos, parece que ya no existen, inclusive los fantasmas queridos como mi abuelo o Sócrates dudan de su propia existencia y son; según Einstein, electromagnetismo.
Muchos discuten sobre si los fantasmas existen o son producto de la histeria colectiva, los solitarios toman desiciones que se unen siempre a totales que nos determinan y nos dan un promedio de lo que todos somos aunque no lo deseemos.
Cuando yo era pequeño, me preguntaba si mi madre existía cuando yo no la veia, si mi abuelo cuando muriera seguiría en realidad ahí para mí, si los cuentos de Archie le habían pasado a ún verdadero Archie y si todo lo que sentimos existía en realidad. (Como el miedo o el viento)
También me preguntaba si existía algún idioma universal en algún sitio de alguna parte del universo.
En el universo la regla principal de existencia es el caos; la calma es equivalente a la muerte o a la inexistencia. Desde niño me decían que yo, era muy calmado.
Veía el cielo y pensaba si la existencia tendría sentido en medio de tanto espacio, de tanta nada.
A la nada lo que le da sentido, según yo, es el algo, todo aquello que dentro de la nada-espacio, ocupa un lugar, sea imaginario o material.
El universo es inmenso, y yo, soy tan poco que si muero ahora mismo al universo no le importa, quizá a otros mínimos como yo si, pero al final no tiene sentido preocuparse por vivir la vida al máximo. Eso no afecta al todo.
Quizá a uno mismo si uno mismo no se aprecia lo suficiente como para comprender que otras cosas en la vida de uno tienen más sentido.
A mayor orden menor entropía, a menor orden menor entropía.
Como me decía mi abuelo cuando me hablaba del caos en el universo:
"inclusive el tener demasiada información sobre el todo puede causar caos; la entropía se basa en el tener datos suficientes, no el todo siendo tan poco"
En ese caso la entropía diría que poca información causa menor entropía y la "muy mayor" información causa aún menos entropía debido a la saturación.
No escuché el resto de lo que ella me dijo mientras me hablaba de lo poco y los nadas en mí.
Pero cuando terminó y se fue dejándome ahí, y con sentimiento de culpa le dije:
"Es maravilloso ser tan poco en medio de tanta nada"
ike

viernes, 13 de marzo de 2009

La reina de Espadas


El Tragasables/La Reina de Espadas

“Y si no encuentras fuerzas para salir de aquí,

yo las sacaré de donde sea y seguiré sin ti"

Me dijiste algo así con voz grave y resignada,

me grabé tus palabras y me vestí listo para comenzar.

Día uno en pie, comienzo a andar,

he de aguantar, lo puedo hacer.

El día dos avanza hasta el final

y llega el día tres, lo vuelvo a estropear.

Así que vuelta a empezar.

Nacho Vegas/Crujidos/El Manifiesto Desastre

para Patri, Principa de Espadas





Porque la vida sigue y porque las cosas cambian.



Pero las calles siguen siendo las mismas. Y la luna, y la luz artificial, y la Alameda. Y todo se mueve en las mismas direcciones, navegando hacia la nada. El sol se desvanece ensangrentado y herido de muerte en un horizonte. La ciudad se acurruca en sus rincones más oscuros, con la mirada vidriosa y el frío a flor de piel, semidesnuda y cansada, con el maquillaje barrido y los pies descalzos. Una puta cualquiera venida a menos: vieja, enferma, triste.



Fue aquí mismo.



Aquí donde se funden el desencanto y la esperanza, donde la hipocresía y la felicidad se besan en algún callejón mal iluminado.



Fue aquí mismo.



Donde tú me dejaste noqueado fuera de alguna cantina, con los bolsillos vacíos y la mirada perdida. Donde me encadenaste a tu miseria y a tus costumbres insomnes, y a tu movimiento pesado y lento. Si… fue aquí. Tú me hiciste testigo de todas las atrocidades que cometes en nombre de ti misma, por tu propia mano. Tú que tienes licencia y permiso del infierno para lastimar. Tú que cargas el miedo en tus entrañas y que devoras el aire cuando quieres respirar…



Si, yo te he visto.



Te he visto romperte las piernas y caer de rodillas, con el rostro ensangrentado. Te he visto morderte los labios de pura rabia y orgullo, cuando el cielo se olvida de ti, y la noche no te nombra. Yo te he visto parir y criar monstruos, y luego abrazarlos y besarlos, y premiarlos con la impunidad del olvido. Tú siempre con prisa y con todo el día y todos los días agendados. Tú siempre maldiciendo a la suerte y apostándolo todo. Llegando tarde, de cualquier modo.



De todos modos.



Cuando estás ebria, y le susurras tus pecados a una silla vacía. Cuando tienes frío y te arropas con las nubes de octubre. Cuando tienes hambre y cuando no quieres caminar, y todo parece frustrarte y gritas desesperadamente que quieres descansar, pero de todos modos nadie te escucha. Nadie se detiene a escuchar.



Yo se que estás muriendo.



Lo se desde que me escupiste la cara y me cerraste la puerta, y me cerraste todas las puertas el día que me fui. Se que lo recuerdas. Se que sollozabas resignada y te aferrabas a no dejarme partir, se que lloraste toda la tarde y encontré en tu mirada el rencor infinito de mujer despechada. Lo vi en tus ojos. Te sentí latir y a pesar de todo volví. Y te encontré tirada y semidesnuda en una banqueta, el frío a flor de piel.



A ti que me has quitado todo, hasta las ganas de sonreír.



Y que hoy eres el único camino que me conduce a ser feliz…



Ciudad de México.



Reina de Espadas.

Pirata
eltragasables@gmail.com

martes, 3 de marzo de 2009

sin título


El insomnio ya me tiene hasta la madre. Reviso el reloj. Las tres otra vez.
Tengo un putero de frío en los brazos y no dejo de revolverme en la cama como el perro que soy. Me duele la cabeza y hace poco apagué el cigarro porque se me mete el humo a la nariz y eso es tan cómodo como abrir los ojos debajo del agua. Los pinches perros no se callan, y eso hace a esta noche más deprimente que cualquier otra. Al menos no llovió. Y todavía tengo miedo de no volver a verte. A eso, después de todos los putos intentos desperdiciados por olvidarte…
Me tienes hasta la madre tú también. Deberías desaparecer como la última vez, en la esquina de alguna calle, mientras yo me tragaba el orgullo y todo lo que era se venía abajo. Te hubiera perdonado, te hubiera perdonado cada “te amo” en vano. Te hubiera perdonado cada “parasiempre” envenenado. Y me hubiera postrado a tus pies con el alma rota y el corazón hecho jirones, resignado, destrozado, medio muerto. Pero te valió madres. Y entonces, cuando a mi me cargaba la chingada tú sonreías tranquila de la mano del futuro, que pintaba todo para ti. Me rompiste la madre. Me rompiste la madre sin pensar que tal vez yo no esperaba eso y si así era, no debía haber sido así.
Me dijeron que hay que superarlo, que hay que perdonar, que hay que olvidar. Puras mentiras de diván. Todos saben de desamores cuando no se trata de si mismo; todos te aconsejan, intentan reanimarte mientras la campana suena y te parece eterna la espera para el próximo asalto. Te resbala la sangre y el sudor y las lágrimas que el dolor sembró en tu corazón. Nadie te pregunta si puedes seguir, si necesitas descansar, si es buena idea arrojar la toalla. Nel. Nadie pregunta. Parece que les gusta ver a la gente sufrir. Y a mi como me dueles. Como me pesan los brazos y como me siento tan inútil, tan desechable. El desamor a veces parece un catarro, siempre te agarra con la defensa baja y te desmadra un rato. Ya todo pasará. Pero, ¿mientras?
¿Qué putas madres voy a hacer con todos los recuerdos? Sobre todo ahora que cada palabra parece mentira, que cada beso me ahoga, que cada caricia me duele. Y tú. No, el del problema soy yo. Yo que le acaricio el lomo a mis miedos, yo que colecciono amores fallidos, yo que soy más experto en aterrizajes de emergencia. Yo que le escribo cartas a la indiferencia. Yo que soy administrador del fracaso.
Y esta maldita rabia que no se larga. Y tantas preguntas sin respuesta. Me siento tan abandonado como una duda en un crucigrama, y ya me cansé de perderte en todas las maneras posibles. Quisiera matarte o hacerte sentir todo el maldito dolor que siento, o poder abrazarte y decirte que todo fue un sueño y que nunca sucedió. Que el pasado no importa, que lo que importa es el presente. Que hay que darle batalla a esta maldita resaca. Que te amo después de todo.
Pero me gana el odio y el asco, y le escupo en la cara a tus engaños…
Pude haberte perdonado.
Pero para que exista el perdón debe existir el olvido…


Pirata



Es lo primeritito que escribí en tod mi vida


detallazo!